Prólogo

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Querido a diario Sally:

Me he mudado hace tan sólo dos días, aún estoy desempaquetando todas mis cosas, antes de venir a Valencia, que es donde me encuentro en estos momentos, decidí comprarte para poder narrarte todo lo que me pasaba, y te acabo de ver entre varios libros, en el interior de una caja de la mudanza. Pero eso de la mudanza te lo detallaré más tarde, ahora, me describiré a mi misma. Ariadna, ese es mi nombre, más bien, el nombre que mis padres me pusieron el 29 de Agosto de hace 14 años. Tengo el pelo rubio y rizado, me llega más abajo del hombro; mis ojos son marrones, tirando más a oscuros que a claros. Tengo gafas, pero nunca o casi nunca me las pongo ya que, no me gusta nada cómo me quedan. Soy de estatura alta para la edad que tengo, mido un poco más de metro sesenta y, más bien soy delgadita, demasiado, diría yo. Soy muy simpática con las personas que me rodean, aunque al principio más bien soy tímida. Te contaré un poco más sobre mí. Mi color favorito es el azul, el azul celeste. Mi comida favorita es la pechuga de pollo, pero para que me encante, tiene que estar empanada. Mis deportes favoritos son el fútbol, el balonmano y el volleyball, aunque si me tengo que poner en alguno de los dos primeros de portera, me niego. Mi grupo favorito se llama Fondo Flamenco, las letras de sus canciones simplemente me encantan, me llenan. Mi cantante favorito es Xuso Jones, aún no es muy conocido por el mundo, pero puedo testificar que en España sí que lo es, tiene una voz preciosa; después de éste, está Justin Bieber, y diréis, ¿otra Belieber más? Púes sí, otra más. Mis aficiones son: echar fotos, me da igual si son a mi, o a paisajes; salir con mis amigas, aunque en estos momentos no conozca a nadie de por aquí; escribir, escuchar música y por último pero no menos importante, cantar, me gusta mucho cantar, de hecho, mi sueño es ser cantante, pero no creo que nunca se cumpla. Esa soy yo, una chica normal y corriente, con sus defectos y virtudes, con sus pros y contras, con sus debilidades, con sus sueños, una chica en la que insólitamente los chicos se fijan. Ahora te contaré algo sobre el tema amoroso, es un tema del que en estos momentos, paso olímpicamente. Hace casi un año intenté una relación con un chico, el se llamaba Raúl. Era un chico que, no se puede decir que era guapo, más bien era su interior el que lo caracterizaba. Estaba siempre muy atento conmigo y era romántico, a veces, llegaba a ser un poco empalagoso, por esto último que he dicho, al cabo de tres meses y pocos días, lo acabé dejando. Estuvo detrás de mí exactamente tres meses, después de esto, encontró a su “chica perfecta” y, al cabo de unos días de empezar a salir con ella, empecé a estar yo detrás de él, no sé si todo comenzó por puro capricho de que él era mío y sólo mío o porque vi que le había perdido para siempre, aún no sé el por qué. Estuve detrás de él, le escribí miles y miles de cartas, mensajes, de todo, pero vi que no servía para nada, así es que me dí por vencida y tiré la toalla, a partir de ahí no he querido volver a enamorarme. Bueno, ese es el tema menos importante de toda mi historia, ahora te contaré el por qué en estos momentos no estoy en mi pequeño pueblo, con mi familia, mis amigos y todo lo demás. Mi madre es maestra, maestra de secundaria y, ya hace tiempo la habían dicho que tendría que trasladarse a otra ciudad, hace tan sólo dos días llegó el momento de trasladarnos, tener casa nueva, muebles nuevos, trabajo nuevo para mi padre, amigos nuevos.. Por decirlo así, tuvimos que hacer borrón y cuenta nueva, y la verdad es que me daba igual dejar todo atrás, a pesar de mis 14 años de vida, me daba igual, no sé por qué, aunque echaría de menos a mi única y verdadera amiga. Ahora que ya te he contado todo lo que debes saber de mí, dejaré de escribir en ti y me dedicaré a seguir desempaquetando cajas. Hasta que te vuelva a escribir, diario Sally.

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“Diario” suena bastante soso, le pondré un nombre. Se llamará Sally, se que no es un nombre muy común, pero ya que no es una persona, dará igual. ~Pensó Ariadna. Cogió su bolígrafo de nuevo y tachó la palabra “diario” del principio, y la del final. Al lado de estas palabras escribió Sally.